La importancia de cambiar el líquido de frenos
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La importancia de cambiar el líquido de frenos

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La importancia de cambiar el líquido de frenos

Como taller concertado de la Mutua Madrileña en Madrid que se preocupa por la seguridad, queremos insistir en esta entrada en la importancia de cambiar los líquidos del vehículo cuando corresponde. En concreto, queremos poner el foco en los frenos y cuándo hacer el cambio de líquido de frenos con el fin de evitar riesgos innecesarios.

El líquido de frenos debe ser sustituido cada dos años con independencia del uso del vehículo. Actualmente, contamos con herramientas especiales que nos permiten comprobar el nivel regularmente para asegurar la seguridad en la frenada. Los componentes del freno son uno de los elementos de seguridad más importantes.

Frenos y seguridad en el vehículo

Una excesiva vibración del pedal de freno puede venir motivada por la deformación del disco de freno. Sustituir estos componentes es una solución que nos da entre 80.000 y 100.000 kilómetros adicionales. Si oímos sonidos extraños al frenar puede ser un síntoma de desgaste de las pastillas de freno. Su sustitución nos proporcionará otros 40.000-50.000 kilómetros de conducción segura.

De todos modos, hay algunos componentes de seguridad críticos que a veces se pasan por alto, como es el caso del líquido de frenos, por ejemplo. El conductor se puede acostumbrar a un desempeño de frenada por debajo del óptimo, lo que tendrá consecuencias sobre todo el sistema.

Por eso, en Herramar te recordamos cuándo cambiar el líquido de frenos. No podemos tener solo en cuenta el kilometraje (sustitución cada 40.000-80.000 km), sino también la antigüedad. Hay que realizar una inspección cada dos años porque el líquido de frenos tiende a absorber humedad, afectando a su rendimiento.

Los principales problemas con el líquido de frenos

Uno de los principales problemas con el líquido de frenos son las burbujas de aire en el circuito hidráulico. En este sentido, el deterioro del fluido provoca una reducción de la ebullición. Esto hace que aparezcan peligrosas burbujas de aire dentro del sistema de frenado. Estas pueden reducir la eficacia de frenado de las pastillas y las pinzas de freno.

El líquido puede volverse demasiado aguado a altas temperaturas y casi sólido con las frías. Hay que comprobar además el pH porque, si hay demasiada acidez, se pueden dañar los componentes del sistema de frenado, las piezas de metal y las de caucho. Además, la periodicidad de reemplazo del líquido de frenos viene dictada por la cualidad higroscópica del fluido, su capacidad para absorber la humedad.

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